
¿Por qué los gatos caen siempre de pie?
¡¡¡Prrr Hola amigos y amigas de Sonrisas de gato!!!
Los gatos no tienen siete vidas, pero su fascinante secreto para aterrizar siempre sobre sus cuatro patas explica que en ocasiones su vida sea más larga.
Estos ágiles felinos no son tan infalibles como pudiéramos suponer. Al igual que las otras criaturas vivas pueden sufrir accidentes si las caídas son muy altas, sólo que tienen algunas habilidades adaptativas que les permiten manejar mejor estas situaciones.
Cuando la altura no es considerable el gato aplicará un reflejo de orientación innato llamado “de enderezamiento” que lo hará caer de pie. Esta capacidad aparece a las 3 o 4 semanas de edad y se perfecciona alrededor de la séptima semana.
Para llevar a cabo tal respuesta el esqueleto del gato ha desarrollado ciertas propiedades: la espina dorsal es extremadamente flexible y no posee clavícula. Así pues tiene una gran movilidad en sus patas y puede girar el cuerpo con facilidad. Las colas no tienen ninguna función durante el reflejo de enderezamiento. El proceso se basa en la conservación del momento angular y se relaciona básicamente con el uso de sus patas.
Una vez el gato se encuentra a punto de caer, determina visualmente o con el oído interno las orientaciones: abajo y arriba. Luego se curva de modo que su cuerpo rompa la simetría con el eje espacial y recoge las patas delanteras y extiende las traseras, lo que reduce la inercia de la región frontal del cuerpo y aumenta la de la posterior. Entonces ambas zonas giran en sentidos contrarios. Este proceso se produce luego a la inversa. En ocasiones, los gatos realizan estos pasos más de una vez hasta alcanzar los 180 grados necesarios.
Otras características que ayudan a los gatos en sus caídas son la ligereza de sus cuerpos y huesos y que poseen una piel gruesa. Estos elementos disminuyen la velocidad. Por otra parte, pueden extender sus extremidades de modo que hagan resistencia al aire y frenen caída.
Muy interesante resulta el hecho de que en el instante final se relajan, lo que también los protege del impacto. Pero, como ya decíamos, no siempre salen ilesos. Cuando las alturas son de muchos pisos los gatos pueden fracturarse los huesos o simplemente morir por efecto de la caída.
CUERPO GATUNO
La estructura física de estos animales les ofrece una flexibilidad extrema, al punto de poder efectuar complicados giros de 180 grados, para alcanzar estabilidad.
Sin embargo, aunque no se debe absolutizar, no es errado decir que los gatos caen sobre sus cuatro patas desde alturas sorprendentes. ¿A qué se debe esto?
La respuesta radica en que los gatos poseen 40 huesos más que los humanos, los cuales se hayan repartidos fundamentalmente entre la columna vertebral y su cola. Esto, unido a las almohadillas que presentan entre las vertebras (más gruesas que las del hombre), y que pueden girarse y contraerse hasta límites casi inverosímiles, les concede gran flexibilidad.
Por su parte, la estrechez del torso les permite mantener las patas delanteras muy juntas, característica gatuna que junto a su cola les sirve para conservar el equilibro.
Sin embargo, aun cuando los anteriores mecanismos fallen y el gato pierda el equilibrio; otros componentes de su cuerpo se activarán en pos de su salvación.
UN PARACAIDISTA EN CASA
Cuando el gato cae desde alturas considerables activa otros mecanismos. Y es que estos felinos estiran sus cuatros patas y redondean su espalda hasta formar un paracaídas. De esta manera, los mininos incrementan la superficie de rozamiento del cuerpo con el aire, al tiempo que reducen la velocidad de su caída a un máximo de 85 kilómetros por hora. Dicha postura les otorga el nombre de gato paracaidista.
Según investigaciones, los gatos tienen más posibilidades de caer de pie desde grandes alturas que de pequeñas. Esto se debe al tiempo del que el gato dispone para relajar su cuerpo y ejecutar los giros. Las distancias cortas impiden, por su brevedad, que el gato realice los movimientos precisos para caer sobre sus pies.
Luego de recibir los estímulos pertinentes, si el gato sobrevive al impacto, solo tienen que sacudir su cabeza para que el líquido vuelva a su postura original. Es por esto, que cuando un gato cae le vemos realizar ese movimiento.
Llegado a este punto, es importante recordar que el hecho de que los mininos caigan sobre sus cuatro patas no los hace inmunes. Por tal motivo, debes evitar que tu gato esté cerca de balcones o ventanas de las que pueda precipitarse y sufrir lesiones para toda la vida.
¡¡¡Saludos!!!
De lo que me vengo a enterar, realmente einteresante esta característica de los gatitos. Muchas gracias por compartir la información. Saludos!!